EL DOGMA DE CRISTO de ERICH FROMM
EL DOGMA DE CRISTO de ERICH FROMM
Uno de los méritos fundamentales
del psicoanálisis es haber borrado la falsa distinción trazada entre psicología
social y psicología individual. Freud subrayó, por una parte, que no existe una
psicología individual del hombre aislado de su medio social, pues un hombre
solo no existe. Para Freud no existe homo psychologicus ni ningún Robinson
Crusoe psicológico, como el hombre económico de la teoría económica clásica.
Uno de los descubrimientos más importantes de Freud fue, por el contrario, la
comprensión del desarrollo psicológico de las más tempranas relaciones sociales
del individuo, como ser la relación con sus padres, hermanos y hermanas.
Freud escribió:
Es verdad... que la psicología
individual se ocupa del hombre individual y explora las sendas por las que éste
procura encontrar la satisfacción para sus impulsos instintivos; pero sólo
raramente y en ciertas condiciones excepcionales está la psicología individual
en posición de pasar por alto la relación de este individuo con sus semejantes.
En la vida mental del individuo invariablemente hay alguien implicado, sea como
modelo, como objeto, como ayuda, como oponente; y así, desde un primer
comienzo, la psicología individual, de acuerdo con este extendido pero
enteramente justificable sentido de las palabras, es asimismo psicología
social.1
Por otra parte, Freud rompió
radicalmente con la ilusión de una psicología social cuyo objeto era "el
grupo". El "instinto social" no era para él objeto de la
psicología como tampoco lo era el hombre aislado, pues no se trataba de un
instinto "original y elemental"; vio más bien " el comienzo de
la formación de la psique en un círculo más estrecho, tal como la
familia". Freud demostró que los fenómenos psicológicos operativos en el
grupo deben ser comprendidos sobre la base de los mecanismos psíquicos
operativos en el individuo, no sobre la base de una "mente de grupo"
como tal.2
La diferencia entre psicología
individual y psicología social ha demostrado poseer un carácter cuantitativo y
no cualitativo. La psicología individual toma en cuenta todos los determinantes
que han afectado ala suerte del individuo, y de este modo llega a una imagen
completa hasta el máximo de la estructura psíquica del individuo. Cuanto más
ampliamos la esfera de la investigación psicológica –es decir, cuanto mayor es
el número de hombres cuyos rasgos comunes permiten que se los agrupe– tanto más
debemos reducir la extensión de nuestro examen de la estructura psíquica total
de los miembros individuales del grupo.
En consecuencia, cuanto mayor es
el número de sujetos incluidos en una investigación de psicología social, tanto
más estrecha será la visión que se tendrá de la estructura psíquica total de cualquier
individuo integrante del grupo sometido a estudio. El desconocimiento de este
hecho puede dar lugar a que surjan fácilmente conceptos falsos en la evaluación
de los resultados de tales investigaciones. Se espera oír algo acerca de la
estructura psíquica del miembro individual de un grupo, pero la investigación
sociopsicológica sólo puede estudiar la matriz del carácter común a todos los
miembros del grupo, y no toma en cuenta la estructura total del carácter de un
individuo particular. Esto último no puede ser nunca tarea de la psicología
social, y es únicamente posible si se dispone de un conocimiento amplio del
desarrollo del individuo. Si en una investigación sociopsicológica se asevera,
por ejemplo, que en cuanto a su actitud frente a la figura paterna un grupo
deja de ser agresivo y hostil para mostrarse pasivo y sumiso, tal afirmación
significa algo diferente que cuando las mismas palabras se dicen acerca de un
individuo dentro de una investigación psicológico-individual. En el último caso
equivale a decir que tal cambio es representativo de la actitud total del
individuo; en el caso del grupo alude a una característica media común a todos
los miembros del grupo, que no desempeña necesariamente un papel central en la
estructura del carácter de cada individuo. El valor de la investigación
sociopsicológica no puede residir, por lo tanto, en el hecho de que nos permita
obtener una visión plena de las peculiaridades psíquicas de los miembros
individuales, sino en el hecho de que podamos establecer aquellas tendencias
psíquicas comunes que tienen una influencia decisiva en el desarrollo social de
éstos.
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1 Sigmund Freud, Group Psychology and
the Analysis of the Ego, Londres: Hogarth Press, Standard Edition, XVIII, 68. 2 Georg
Simmel ha indicado de modo notable la falacia de aceptar el grupo como un
"sujeto", como un fenómeno psicológico. Este sociólogo escribió:
"El resultado externo unificado de muchos procesos psicológicos subjetivos
se interpreta como resultado de un proceso psicológico unificado, es decir, de
un proceso ocurrido en el alma colectiva. ¡La unidad del fenómeno resultante se
refleja en la presupuesta unidad de su causa psicológica! La falacia de esta
conclusión, de la cual depende toda la psicología colectiva en su distinción
general de la psicología individual, es sin embargo obvia: la unidad de las
acciones colectivas, que aparece sólo en el lado de los resultados visibles, se
transfiere subrepticiamente hacia el lado de la causa interna, la portadora
subjetiva". "Über der Soziaalpsychologie", Archiv für
Sozilawissenshaft und Sozialpolitik, XXVI, 1908
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